domingo, 3 de mayo de 2015

Felicidad

La  Felicidad


La felicidad ha sido un tema de interés para los seres humanos. En diferentes épocas los pensadores se han acercado para escudriñar los aspectos que acompañan a la felicidad, a veces con el propósito único de conocerla, describirla,  en otros momentos para señalar de qué manera se puede alcanzar. Aparecen entonces preguntas como: ¿Qué es la felicidad?, ¿Cómo se consigue la felicidad? o ¿Cómo se mantiene la felicidad?
El responder estas preguntas lleva a entender que existe una concepción de la felicidad y como toda concepción va a estar influenciada por el contexto situacional y temporal. Estas dos dimensiones enmarcan la felicidad de acuerdo a una época y a unas coordenadas geográficas, pero estas dos dimensiones, a su vez, hacen emerger una tercera  que tiene que ver con el conocimiento o forma de pensar, influido por los factores del momento socio histórico que se esté desarrollando.
Así mismo, las respuestas a  estas preguntas tienen que ver con descripciones, métodos y procedimientos. Descripción de acuerdo a la concepción de la felicidad, métodos para conseguirla y procedimientos o acciones para mantenerla.
Con el propósito de dibujar el “Mapa” mundial de la felicidad, desde 1981 hasta el año 2007, el Instituto de Investigación Social de la universidad de Michigan realizó un estudio de diseño longitudinal el cual tuvo como objetivo estudiar la percepción acerca de la felicidad que tenían los habitantes de 98 países. Para esto, Ingelhart, a la manera de Sócrates también preguntó por las “plazas” de mundo, a sus coterráneos, acerca del problema de la “vida buena” preguntó acerca del modo actual de vida y el que ha llevado en el pasado. El cuestionario estuvo constituido por dos preguntas sencillas:
1.           "Considerando todo en general, ¿Diría que es usted feliz, bastante feliz, no muy feliz, o nada feliz en absoluto?"
2.            "Considerando todo en general, ¿cómo de satisfecho está con su vida tal y como es en la actualidad?". Totalmente satisfecho, poco satisfecho o nada satisfecho.
En la última recolección de datos con 350.000 personas resultó que los habitantes más felices son los  de  Dinamarca, entre las características sociales de este país están que: posee democracia, igualdad social y clima social pacífico; mientras que Zimbawe ocupa el último lugar de la lista, este país se encuentra inmerso en continuos conflictos políticos y sociales. Inglehart, Foa, Peterson y Welzel (2008) señalan que el factor determinante más importante de la felicidad en nuestros días, es la paz sociopolítica, parece existir una fuerte correlación entre la paz y la felicidad.
Se entiende esta paz por la disminución de conflictos sociales y el aumento en la calidad de vida.
Por otra parte, los datos indican que, en general, el mundo es cada vez más feliz, ya que en 98 de los países analizados desde el inicio del estudio se ha registrado un aumento acerca de la percepción de la felicidad desde 1981 hasta 2007.
Ronald Inglehart, científico político del Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan y director de este trabajo asegura que “el determinante más importante de la felicidad es la proporción en la que la gente tiene libertad de elección en cómo vivir su vida y la capacidad para atender sus necesidades”.
Así mismo Easterlin en el 2010, plantea la paradoja de la felicidad y los ingresos del país, encontró que en el corto plazo, en los tres grupos de países investigados, la felicidad y los ingresos van de la mano, es decir, la felicidad tiende a caer en las contracciones económicas y el aumento de la felicidad ocurre durante los períodos de expansión económica.
De estos resultados se podría definir la felicidad  como un estado de ánimo de satisfacción, que se logra con la posesión de  bienes para asegurar  el disfrute de la calidad de vida en paz y libertad. La felicidad según este argumento se encuentra ligada al sistema económico y sociopolítico del Estado. En este caso ligado a los indicadores socioeconómicos lo que se denomina como calidad de vida o  el bienestar.
Las diversas morales “materiales o concretas” consideran la felicidad como el supremo bien. La felicidad consiste en la posesión de tal bien, cualquiera  que este bien sea. (Ferrater, 1979)
Si se continúa con la revisión de lo relacionado con la felicidad se encuentran diferencias en comprender cual es el bien supremo. En el  siglo V A.C., Sócrates sustenta que la felicidad o la vida buena se caracteriza por una adhesión inquebrantable a la justicia, señala que “vivir a toda costa es vivir bien, y sólo vive una vida buena y feliz quien está dispuesto a morir con tal de no cometer injusticia”.
Así mismo Sócrates exhorta a la virtud porque la virtud es el bien supremo, para el ser humano sin la cual se puede ser feliz. Para Sócrates no existe felicidad, sin virtud; la virtud es entonces la condición suficiente y necesaria para ser feliz.
La virtud la relacionaba con el conocimiento, según su cognitivismo moral, “no se puede hacer lo justo si no se lo conoce y al tener el conocimiento es imposible de dejar de hacer lo justo”. Para hacer que una persona sea virtuosa y pueda obtener la felicidad se le debe enseñar en que consiste la virtud verdadera. Sócrates sostenía que toda persona tiene conocimiento pleno de la verdad última dentro de su alma, sólo necesita ser estimulada para hacer conciencia de ese conocimiento. El procedimiento que consideraba para lograrlo es la mayéutica, el cual consiste en aplicar el diálogo como instrumento dialéctico para llegar al conocimiento que todos los seres humanos poseen de forma innata.
Aristóteles insistió en el carácter contemplativo de la felicidad en su grado eminente, o sea en la beatitud, dio a la felicidad una noción más extensa, definiéndola como «determinada actividad del alma desarrollada conforme a la virtud», la cual  incluye, la satisfacción de las necesidades y de las aspiraciones mundanas. Según Aristóteles, las personas felices deben poseer las tres especies de bienes, especies que se pueden distinguir según sean bienes externos, del cuerpo y del alma. Pero las personas deben tener responsabilidad por su propia existencia. Cada ser humano merece tanta felicidad según la virtud, sentido y capacidad de obrar que posea; por lo tanto el sabio que se basta a sí mismo con mayor facilidad tendrá de forma más accesible a la felicidad.
La ética posaristotélica se ocupa, en cambio, exclusivamente de la felicidad del sabio; la precisa división que los estoicos formulan entre sabios e insensatos hace, en efecto, obviamente inútil ocuparse de estos últimos. El sabio es el que se basta a sí mismo y que, por lo tanto, es el único que encuentra su felicidad o más bien su beatitud.
Para Plotino la felicidad es la vida misma; por lo tanto, todos los seres vivientes animales y plantas, pueden alcanzar la felicidad. Pero la felicidad pertenece en el grado más importante a la vida más completa y perfecta que es la de la inteligencia pura. Es el sabio, en quien se realiza tal vida, es un bien por sí mismo y no tiene necesidad más que de sí mismo para ser feliz, no busca las otras cosas o, por lo menos, las busca sólo por ser indispensables a las cosas que le pertenecen (por ejemplo, al cuerpo) y no a él mismo. La felicidad del sabio no puede ser destruida ni por el fracaso, ni por enfermedades físicas y mentales ni por ninguna circunstancia desfavorable, como no puede ser aumentada por las circunstancias favorables por lo tanto, es la misma beatitud de que gozan los dioses. (Abaggnano 1961)
Para Platón la felicidad es posible cuando se reconoce la obra de dios,  parecerse a dios a través de la sabiduría. La virtud del conocimiento está en saber que es lo que realmente es bueno, esto no es relativo sino absoluto, ya que de otra manera no podría ser objeto de conocimiento. La felicidad es la capacidad que tiene el alma para cumplir con su deber, el cual es dirigir al hombre de la mejor manera posible. Este concepto hace referencia a la situación del ser humano en el mundo y a los deberes que le competen.
El culto religioso y la virtud son los medios para conseguir la felicidad ser bueno y feliz, es ser virtuoso. Estas ideas fueron sustentadas por los filósofos de la edad media,  como Santo Tomás quien se apropia de la doctrina aristotélica y la extiende a la generalidad de todos los seres humanos.
San Agustín sustenta la felicidad como la posesión de dios, es la posesión de lo verdadero absoluto. También para San Buenaventura la felicidad está relacionada con un fin último la consumación del recorrido que lleva el alma a dios. La felicidad es conocimiento, amor y posesión de dios. Santo Tomás usó el término beatitudo como equivalente al vocablo felicidad  y lo definió  como «un bien perfecto, de naturaleza intelectual». La felicidad no es simplemente un estado del alma, sino algo que el alma recibe desde fuera, pues de lo contrario la felicidad no estaría ligada a un bien verdadero (Ferrater, 1979).
La felicidad no es simplemente un estado del alma, sino algo que el alma recibe desde fuera, pues de lo contrario la felicidad no estaría ligada a un bien verdadero.
A pesar de las diferencias en el tratamiento de la felicidad que presentan los filósofos antiguos medievales y modernos, también tienen algo en común y es que consideran la felicidad como un bien en si mismo, sino que para saber lo que es la felicidad hay que conocer el bien o los bienes que la producen.
Aún los autores que establecen la felicidad en un estado de ánimo, independiente de los bienes, concluyen que no puede definirse la felicidad sino se define cierto “bien” por muy subjetivo que este sea. Uno de estos autores es  Kant, quien considera que la felicidad es la satisfacción total de las inclinaciones individuales, estas inclinaciones son determinadas por la constitución psicofísica del individuo. Por lo tanto serán innumerables las inclinaciones y no puede haber consenso acerca de un saber universal sobre el bien del hombre, la felicidad para cada ser humano es una cuestión empírica y no filosófica. Kant destaca  claramente este punto al manifestar en la Crítica de la razón práctica que la felicidad es «el nombre de las razones subjetivas de la determinación» y, por tanto, no es reducible a ninguna razón particular.  Es la condición de un ser racional en el mundo, la cual en el transcurso de su vida, todo resulte de acuerdo a su deseo y voluntad. Por lo tanto considera imposible usar la felicidad como fundamento de la vida moral.
 Kant declara imposible la felicidad y esta es remitida a un mundo inteligible que es «el reino de la gracia» (Crítica Razón Pura). Este autor  tuvo el mérito de enunciar, en primer lugar, de modo riguroso la noción de felicidad y, en segundo lugar, el de demostrar que tal noción es empíricamente imposible, o sea irrealizable. (Abaggnano, 1961).
A partir del Humanismo, la noción de felicidad comienza a ligarse estrechamente, como lo estuvo en el pasado, con la de placer. Sobre ella concuerdan Locke y Leibniz. Locke dice que la felicidad «es en su grado máximo el más grande placer de que seamos capaces y la desgracia, el dolor mayor; y el grado mínimo de lo que llamamos felicidad es ese estado en que, libres de todo dolor, se goza de un placer presente en grado de no poder satisfacernos con menos». Y Leibniz: «Yo creo que la felicidad es un placer duradero, lo que no podría suceder sin un progreso continuo hacia nuevos placeres» (Abaggnano, 1961).
Hume le da un sentido social a la  noción de la felicidad como placer: la felicidad resulta placer que se puede difundir, el placer para el  mayor número de personas, y de esta forma “la noción de felicidad se convierte en la base del movimiento reformador inglés del siglo XIX”. (Op.cit)
Bentham acepta como fundamento de la moral, el planteamiento de Beccaria ”la máxima felicidad posible para el mayor número de personas. Este planteamiento que fundamento las ideas de James y Stewart Mill, esto le da mayor importancia al carácter social de la felicidad. La felicidad pasa a depender de condiciones y circunstancias el ser humano sociable. En la cultura inglesa y de Norteamérica, este concepto de felicidad ha sido la base del liberalismo moderno.
Tratar de entender la felicidad desde los autores pasando por los filósofos griegos, que hablaban de la eudamonía como un estado deseable al que sólo se puede aspirar a través de una vida virtuosa calificada como tal desde un sistema de valores, hasta el tratamiento que da la psicología social sobre los aspectos del buen vivir  traducido en indicadores socioeconómicos e individuales. Esta visión permite una reflexión “a todos nos interesa ser felices”, (porque nadie quiere ser infeliz, obviamente),  existe entonces la preocupación por la felicidad. La búsqueda de la felicidad parece ser lo más generalizado en la humanidad. Al respecto Comte-Sponville (2001) señala que el fin de la filosofía es una práctica discursiva que tiene a la vida como objeto, a la razón como medio y  a la felicidad como objetivo. Se trata entonces  de pensar mejor para vivir mejor…Entonces tendré que filosofar para  ser feliz.
 Las peguntas con las cuáles inicié ¿Qué es la felicidad?, ¿Cómo se consigue la felicidad? o ¿Cómo se mantiene la felicidad?, están imperturbables esperando respuestas.
A modo de corolario, una frase encierra la esencia del pensamiento de un autor, a continuación algunas frases que se refieren a la felicidad.


La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense

La felicidad  consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar.
Thomas Chalmers (1780-1847) Ministro presbiteriano, teólogo, escritor escocés.

Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace.
Jean Paúl Sartre (1905-1980) Filósofo y escritor francés.

Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.
Pablo Neruda (1904-1973) Poeta chileno

La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.
Henry Van Dyke (1852-1933) Escritor estadounidense

La felicidad es la certeza de no sentirse perdido.
Jorge Bucay (1949-?) Escritor y psicoterapeuta argentino

La suprema felicidad de la vida es saber que eres amado por ti mismo o, más exactamente, a pesar de ti mismo.
Víctor Hugo (1802-1885) Novelista francés

Desciende a las profundidades de ti mismo, y logra ver tu alma buena. La felicidad la hace solamente uno mismo con la buena conducta.
Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego.

Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…
Groucho Marx (1890-1977) Actor estadounidense

No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz.
Madre Teresa de Calcuta (1910-1997) Misionera de origen albanés naturalizada india

Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego.
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego

Ponemos más interés en hacer creer a los demás que somos felices que en tratar de serlo.
François de la Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés

Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias.
John Locke (1632-1704) Filósofo inglés.

La felicidad es una estación de parada en el camino entre lo demasiado y lo muy poco.
Channing Pollock (1880-1946) Dramaturgo estadounidense

La verdadera felicidad consiste en hacer el bien.
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.

La felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación.
Immanuel Kant (1724-1804) Filosofo alemán.

La felicidad del cuerpo se funda en la salud; la del entendimiento, en el saber.
Tales de Mileto (624 AC-546 AC) Filósofo y matemático griego

Nunca, en verdad, vacilé en la convicción de que la felicidad es la prueba de toda regla de conducta y el fin de la vida.
John Stuart Mill (1806-1873) Filósofo y economista inglés.







REFERENCIAS


Abaggnano, N. (1961) Diccionario de filosofía. México: Fondo de Cultura Económica.

Comte-Sponville, A. La felicidad, desperadamente (2001). España: Paidós

Easterlin, R. (2010, Diciembre). Paradoja de la felicidad y el progreso económico. Pinas. 107(52),  22463-22468.

Ferrater, J. (1979). Diccionario de filosofía. Madrid: Alianza.

Inglehart, R., Foa, R., Peterson, Ch y Welzel, C. (2008, July) Development, freedom and rising happiness: A global perspective (1981 – 2007). Perspectives in Psichological Science, 3, 264 – 285.









El Valor de elegir


El valor de elegir
Fernando Savater

Introducción.  Plantea la imperiosa necesidad de preguntarse que es la libertad y sus posibilidades de hacerla tangible en la vida del autor.
Pretende ir más alla de una revisión conceptual acerca de lo que es la libertad, se detiene en la importancia que se le da  a la semiótica cuando se torna más importante lo que se dice que lo que se hace. Las definiciones no terminan siendo convincentes porque siempre están ligadas a unos eventos en un tiempo y lugar específicos.
El término libertad es complejo para comprenderlo, aun cuando puedan haber definiciones simples como aquella que por diferencia se dice que es la que le falta  a los que están en esclavitud o el que la tiene es porque no tiene coacciones.
Cita a Erasmo “no navega mal quien pasa  a igual distancia de dos males diferentes”.
El autor pretende con esta obra mas que cerrar el tema dejarlo abierto para su continua revisión “la filosofía nos permite vivir con dignidad inteligente en la ausencia de certidumbres absolutas”.

Primera parte
Antropología de la libertad
Capítulo 1 El principio del hombre
“El hombre no vive sino que dirige su vida” Arnold Gehlen
El hombre solo puede ser comprendido describirse o interpretarse con categorías extra humanas, o desde la deidad o desde el origen animal. El hombre no puede ser comprendido a partir de algún concepto o categoría que le sea específicamente propio.
El ser humano queda definido según Ghelen por ser un ser práctico un ser que actúa. Actuar es más que movimiento es llevar a cabo un proyecto que trasciende el instinto las acciones tienen que ver con diseño de de situaciones que no están dadas. Tiene que ver con planificar para lo que puede preverse como para lo que no puede ser previsto pero igual urge actuar ante este.
Por lo tanto el principio del hombre y no su origen, sino el principio que lo hace desligarse de otros seres vivientes están en la planificación y ejecución de la acción. Pero además el ser humano evalúa lo planificado y ejecutado para seguir innovando y actuando.
El autor señala que el ser humano comparte una parte instintiva, a la cual llama programa, con otros seres vivientes, pero en cuanto a humanos no hay programa “tenemos la capacidad innata de llevar a cabo comportamientos no innatos”.
El hombre tiene como característica la ausencia de especialización en sus estructuras y sus funciones. La especialización es una trampa ya que hace a la estructura biológica funcional solo para una cosa en cambio la no especialización deja abierta las posibilidades de acción; esto ocurre en los seres humanos no estamos especializados y esto nos permite la flexibilidad de la adaptación. Encuentra nichos en todos los ambientes y trasciende el presente inmediato.
Somos una especie en la cual se mantienen los rasgos “fetales”, esta característica de mantener esta indeterminación evolutiva se le denomina neotenia y es de suponer que es la causa del éxito como especie.
Nuestra especie está muy bien determinada por el desarrollo cerebral, el cerebro es el instrumento más apto para improvisar e inventar ante las urgencias de la realidad; es el órgano específico de la acción: conoce, delibera, valora y decide.
La vida humana perpetúa el rasgo característico de la infancia: el aprendizaje la educación permanente, estamos determinados a convivir con semejantes que nos enseñen y ayuden, nuestro medio ambiente natural es la sociedad.
Cita el autor a Aristóteles al distinguir entre praxis y poiesis. La praxis es autopoiético es creadora y generadora.
Según Pico Della Mirandola (Oratio pro hominis dignitate) todos los seres vivos tienen su lugar en la escala, pero el ser humano no tiene lugar específico por lo tanto con la posibilidad de ascender o descender en esa jerarquía, es decir con capacidad de actuar.
La dignidad del humano esta en ser cocreador de si mismo su perfección está en no tener programa sino en inventarlo y orientarlo hacia lo mejor.
La perpetua adolescencia humana es lo que permite la acción con singular tenacidad y obstinación de las cosas mas admirables y de las mas temibles, sin duda alguna la determinación por la acción es lo que nos hace seres humanos ya que elegimos que acciones vamos a llevar a cabo.

Capítulo 2
Incertidumbre y fatalidad
“¿Se delibera sobre todas las cosas y todo es susceptible de deliberación o sobre algunas cosas la deliberación no es posible? Aristóteles

Sartre afirma que estamos condenados a la libertad, es decir a la acción que es lo que define al hombre, no esta contemplado no actuar sino cómo y dónde actuar.
Al no tener “programas de vida” los seres humanos debemos proponernos planes de vida para vivir según un estilo.
Esto que señala el autor es discutible, hoy en día existen muchos pueblos viviendo una vida de carencias de alimento, agua y vivienda y con abundancia de enfermedades, no pareciera que ese estilo de vida sea producto de su decisión. Cabría preguntarse si ¿ese el programa de vida que  éstas personas quisieran vivir?
Señala el autor que vivir de forma humana o humanamente esta llena de inquietud, la rutina que apacigua porque da certeza de lo que ocurre o va a ocurrir no es característica del ser humano. Ser humano consiste en buscar la fórmula de vida human una y otra vez.
En la acción humana interviene:  a) el conocimiento de lo no dispuesto, b) posibilidades que creemos disponer, y c) la disposición que tomamos.
Ludovico Geymonat lo señala en su obra “la libertad”
  1. Estado de las cosas: la situación como se presenta a quien intenta comprenderla. Son teorías y leyes que permiten explicar la realidad y comprenderla para actuar sobre ellas.
  2. Iniciativas compatibles: es la factibilidad de las posibles acciones a elegir “abanico de ofertas que tenemos para elegir”
  3. El acto de la voluntad: optar por la mejor alternativa  posible.
Actuar conjuga el conocimiento, la imaginación y la decisión en el campo de lo posible. De esta manera la acción es voluntaria,  cita el autor a Aristóteles  en su ética a Nicómaco que la ignorancia y la fuerza vician lo voluntario de la acción.
El autor señala que ambos términos son relativos, si se obra por ignorancia por insuficiente conocimiento o por conocimiento erróneo, el acto no es totalmente voluntario”, pero la deficiencia de conocimiento no anula totalmente lo voluntario de la decisión. A la vez señala que nunca tendremos el conocimiento cierto acerca del estado de las cosas. Kant “la necesidad de actuar es mayor que la posibilidad de conocer”
Cada elección tiene entonces su nivel de incertidumbre-
El otro impedimento es la coacción o la fuerza, cualquier acto bajo estos términos no será un “acto humano” ya que la elección no es posible.
Capítulo 3
¿Para qué? y ¿Por qué?
Sin intención no hay acción, refiere el autor que un acto intencionado cuando se puede responder  a las preguntas para que se hiciera y por qué se realizó el acto.
El para qué es la intención del sujeto que realiza la acción, el porqué es el motivo o causa. La intención apunta a lo que se quiere efectivamente hacer el motivo o la causa por lo que se elige hacer eso propiamente.
La causa de cada acción es siempre la voluntad libre que se decide por un  motivo y no el motivo mismo. La voluntad que elige o el libre albedrío- proaienesis o capacidad de elegir constituye lo medularmente importante de la acción humana con dos componentes esenciales el yo o sujeto y la racionalidad. Con conciencia del tiempo ya que el sujeto el yo sujeto y por lo tanto la acción.
La voluntad humana es voluntad de futuro, afán de seguir durando.
El proceso racional compara y jerarquiza los motivos, los pone en relación con las posibilidades de intervención en lo real.
Nuestros conocimientos y creencia deciden lo que nos parece conveniente desear.
Las respuestas a  ¿por que? Se actúa
  1. Necesidades lo característico es su carácter negativo son carencias a remediar, cuya privación se nos hace insoportable pero cuya satisfacción cuando es habitual y fácil apenas le damos importancia.
  2. Deleites son necesidades convertidas en lujos
  3. Compromisos obligaciones racionales, ponernos en el lugar de otro, cumplir con lo pautado  (capaces de prometer)
  4. Proyectos capacidad para innovar y transformar. Todos somos hombres de empresa comprometidos con planes de futuro. Comprender el porvenir como parte de un diseño propio y no sólo como rutina o como fatalidad o predeterminación.
  5. Experimentos: expresión de nuestra idiosincrasia simbólica es actuar de una manera diferente, el producto resultante es una forma única.

Capitulo 4
Entre lo bueno y lo malo
Nunca es inoportuno pensar con inteligencia y no hay que dejar el histérico nombre de deber o de Autosacrificio a lo que es simplemente un arte feliz y un compromiso racional.

En el mundo animal se busca la repetición eficaz de un modo de existencia para la especie, en  los seres humanos es la perpetuación y el propagamiento de lo irrepetible.
En el arte de vivir pueden señalarse dos partes, la primera cura sui el cuidado de sí mismo. La segunda son las exigencias y los compromisos la ética. Implica el reconocimiento de los otros para que en reciprocidad simbólica confirmen a su vez nuestra humanidad.
El arte de vivir consiste en discernir entre las diferentes formas de actuar y valorarlas.
Establece  una axiología que es lo bueno y lo malo, y una deontología (que debe hacerse y cómo debe hacerse)
De acuerdo con la naturaleza de sus objetivos prácticos reconoce valores y configura normas.
Hay una cierta tensión dialéctica entre lo asentado y lo renovador. Entre los valores considerados de modo abstracto general y su concreta aplicación n un contexto y tiempo determinados.
El que actúa es quien tiene decidir lo más oportuno en cada ocasión sin aplicar mecánicamente cualquier precepto o normativa. Las pautas del arte de vivir ofrecen una orientación pero nunca podrán sustituir la proairesis del sujeto (su posibilidad de elegir como él).
Dentro de este compromiso debemos manejar los dos grandes términos el Bien y el Mal, los más antiguos y permanentes fantasmas teológicos. Solo tienen sentido y utilidad de ser cuando se les relaciona con algo.
Por estoes mejor bueno para o malo para que o para quien.
La vida que los seres humanos intentamos perpetuar y conservar es un devenir de símbolos que se entrecruzan en forma de memoria, de comunidad de códigos, de visiones de futuro.
Los juegos simbólicos marcan la individualización  y el compartir lo singular es lo que denominamos ética.
Lo bueno y lo malo es lo que se opta  por libre albedrío que es una forma de libertad.
Capitulo 5
Tribulaciones del albedrío
La conciencia se descarga de malas elecciones y acaba desapareciendo como tal la conciencia.
Hay un determinismo parcial según Rowen Ogien quien señala  que optamos por el bien si tenemos el conocimiento y escogemos el bien pero si es el mal  es la ignorancia moral. El bien por nosotros mismos el mal según las circunstancias.
La akrasia es optar por el mal aun sabiendo que hay un bien.
Capítulo 6
Las instituciones de la libertad
Pierre Reverdy  “no hay amor sino pruebas de amor parafrasea el autor “no hay libertad sino pruebas de libertad”
La primera es la conciencia que se es capaz de elegir o rechazar
Estar asociados  basados en leyes y costumbres permite configurar unas elecciones racionales.
La sociedad es nuestra prótesis para luchar desde la libertad contra el destino.
Las instituciones humanas, la cultura, permite ahorrarnos muchas decisiones que nos desgastarían y no podríamos atender aspectos importantes para individualizar nuestra personalidad.
El lenguaje es social porque lo recibimos y es lo que nos permite la intersubjetividad
La técnica es la empresa que mas define a lo  humano. El progreso técnico disminuye el tiempo en que se consiguen los beneficios “evolutivos” pero además es cambiante y cuando no hace falta se desecha o se modifica la técnica
La técnica ofrece rápida eficacia y permanente disponibilidad. El conjunto de prótesis libremente elegidas e inventadas para resistirse al destino por lo menos de forma parcial.

Los seres humanos actuales no solo somos el simple resultado de la evolución biológica sino la obra  por la capacidad práctica de nuestros antepasados.
La libertad  se refiere a lo que podemos hacer y no a lo que queremos hacer.
La libertad  significa una relación social una división social para que haya libertad tiene que existir un estado de no libertad.
Segunda parte
Elecciones recomendadas
Elegir la verdad
El autor señala que la verdad no siempre es aceptada por las personas,  y es verdad en  un aquí y un ahora, respecto a algo a una posición por lo tanto no es absoluta. Tampoco puede decirse que se relativiza la verdad, en lo que quiere decir que le quita fiabilidad.
La verdad es una cualidad de nuestra forma de pensar o de hablar sobre lo que hay  pero no un atributo ontológico de lo que hay.
La verdad es acierto o coincidencia la posición de quien pretende saber que mejor se adecue a lo que pretende sabido. La correspondencia entre lo conocido y lo que se conoce.
No todos los tipos de verdad son iguales esto no quiere decir que toda verdad sea una construcción caprichosa o imprecisa como las falsedades que se le oponen.
 “que no lo sepamos todo  no quiere decir que lo que sabemos es lo inesencial tan absurdo resulta creer en la omnipotencia de  nuestra razón  como en la de nuestra ignorancia.”
Capitulo 8
Elegir el placer
El placer es en si mismo, no es un medio instrumental para conseguir nada  ni siquiera es un fin en si mismo sencillamente es el deleite del placer.
Son varios los reproches acerca del placer, uno de ellos es la inmadurez se pretende que el placer sea aplazado para poder ser maduro. Realmente el placer es atemporal porque inmuniza contra los castigos o recompensas.
El segundo reproche o acusación contra el placer es la rebeldía, buscar el goce es rebelarse contra la obligación... Señala el autor que el ocio el goce o el placer debe ser considerado como algo merecido por ejemplo pone al centro de cansancio (trabajo) para poder ganarse el descanso o el ocio.
La templanza tiene su razón de existir para prolongar y disfrutar del placer.
La ultima acusación es la muerte prematura el gozador se mata a fuerza de continuos deleites, en cierto modo cada goce profundo es una pequeña muerte porque no concibe el después. En realidad el placer no acorta la vida sino que la ahonda, no está en la duración sino en la intensidad.
La ética se ocupa de la mutua dependencia  entre los humanos y el placer, al gozar no se necesita de nadie esa efímera autosuficiencia aparenta separarnos de la ética.
En la sociedad actual se promueve el goce pero el goce con precio o valor económico de gasto o consumo. Los placeres sin precio son mirados como antivalores o despreciados.
Capítulo 9
Elegir la política
La política permite la defensa de las ideas argumentadas que cualquiera puede aceptar o rechazar, lo que no se concibe es que no exista la posibilidad de discutir las ideas. La idea política es una forma de hacer y no una forma de ser.
La política permite conocer cuales son las ideas acerca de un proyecto económico o las directrices sociales el hacer una sociedad.
Pero las personas rechazan la política  y se etiquetan con un soy o no soy.
Hacer política es comprometerse con el hacer.
Los aspectos sociales los podemos comprender porque ha sido gente como nosotros quienes los han llevado a cabo por lo tanto tenemos la posibilidad de transformar o reformar de acuerdo con proyectos compartidos. Cada uno de nosotros está compuesto por el tejido que trata de transformar.
La política de esta forma hace libre porque el individuo puede interactuar o legislar en el ambiente social  impulsando cambios posibles para una mejor sociedad.
El autor señala que la ciudadanía es la forma de integración social participativa basada en compartir los mismos derechos y no en pertenecer a determinados grupos.
La ciudadanía lucha por combatir la miseria y la ignorancia.
No es lo mismo el derecho a la diversidad, base del pluralismo democrático que la diversidad de los derechos que aniquila el pluralismo.
Por qué elegir  hacer política, el primero es la participación, se es sujeto activo de las normas sociales que nos rigen, tomarse en serio la dimensión colectiva de nuestra libertad individual.
Elegir la política es elegir entonces la participación el estar activo dentro de una sociedad que nos corresponde vivir, tratar de obtener lo mejor de lo posible frente a los problemas supuestamente irremediables.
Capítulo 10
Elegir la educación cívica
Me llama la atención el título de este capítulo, porque es una preocupación para mi la responsabilidad de educar para ser ciudadano, persona y no solamente para obtener un título u oficio y ser nombrado profesional.
El autor señala que la educación cívica es la preparación que faculta para vivir políticamente con los demás en la ciudad democrática participando en la gestión de los asuntos públicos  y con capacidad para  discernir entre lo justo y lo injusto. Reflexión sobre la práctica social y los valores que la orientan.
Gestión de la vida propia en interacción con lo que tenemos en común con nuestros iguales.
En las sociedades democráticas  sus miembros son objeto y sujeto de las leyes que los gobiernan.
Se debe enseñar a deliberar sobre el rumbo a seguir, seres humaos capaces de la persuasión o sea capaces de persuadir y de ser persuadidos. Susceptibles de sentir y apreciar la fuerza de la razón y no la razón de la fuerza.
Ejercicio de humildad social, aceptar que todos somos necesarios...
Reconocer en el otro la cualidad de sujeto es reconocerle el derecho a la educación, “tener medios intelectuales para la libertad”.
Capítulo 11
Elegir la humanidad
Al parecer la humanidad se echa de menos ante un acto inhumano, y por eso nacen los derechos humanos porque ocurrieron actos contrarios a la humanidad.
Terencio “Soy humano y nada humano me es ajeno”
Los animales cumplen con paradigmas evolutivos  sin salirse nunca de ellos,  por pura necesidad el autor nos señala lo contrario es humano porque realmente se puede elegir el comportamiento. La naturaleza nos determina a ser humanos pero nos permite hacerlo a nuestro modo.
Que los hombres crezcan y vivan entre humanos siempre valiosos los unos a los otros todos considerados y respetados por igual.
Capítulo 12
Elegir lo contingente
El énfasis la valoración hiperbólica de lo contingente es decir la magnificación, cuando se magnifica se falsea.
El énfasis distorsiona por exceso de intensidad, anula las proporciones y desvirtúa la escala humana. Y precisamente de ese modo se boicotean todas las cosas que aportan sentido limitado pero auténtico a la vida, se imposibilita su disfrute y su mejora al querer darle el Sentido mayúsculo.
La ética y la estética de la contingencia, no resignadas por lo contingente  sino inspiradas por su transitoriedad y su incertidumbre.
Lo contingente es una condición inexcusable.
Nadie pretendería conservar lo eterno solo intentamos conservar lo que podemos perder.
El amor máxima celebración de la existencia de aquello que apreciamos como conveniente y que puede desaparecer. El verdadero amor se aferra con determinación temblorosa a lo que puede desvanecerse.
Sin continencia no hay ética que proteja ni estética que admire y disfrute.
Alegría la plena aceptación sin condiciones ni remilgos de la vida que se manifiesta entre el parpadeo del ser y el no ser. La alegría no rechaza ni justifica nada asume lo irrepetible y frágil y se deleita en él.
La alegría es el nervio que  nos vincula sin rechazo a la belleza en la estética y al bien en la ética. Ni el  bien ni la belleza  son propuestas inalterables, eternas, la belleza de lo contingente es también el temblor de lo que nos es dado como lo que nos falta.




martes, 28 de abril de 2015

Ciclo de Charlas Filosofía e Investigación

Forma 


Ciclo de Charlas: Filosofía e Investigación. 

La Coordinación del Doctorado en Educación del IPC y la Línea de Investigación Filosofía y Educación invitan al ciclo de charlas sobre Filosofía e Investigación  cuyo propósito es acercar a los Docentes a las bases Filosóficas de la Investigación y la Educación, destacando sus problemas éticos, ontológicos y metodológicos, así como sus nudos críticos.  

Cronograma. 

1º. Fenomenología e Investigación.  
Dr. Alberto Yegres Mago. 
Fecha: 14/04/2015. 
Hora: 10:00am.   

2º. La Importancia del Contexto en la Investigación Hermenéutica. 
 Dr. Víctor Mendoza. 
Fecha: 28/04/2015. 
Hora: 9:10am. 

3º. La Hermenéutica en la Investigación Estética.  
Dra. Penélope Hernández. 
Fecha: 28/04/2015. 
Hora: 10:20am. 

4º. La Investigación-Acción Colaborativa de la Práctica Curricular. 
Dra. Geisha Rebolledo.  
Fecha: 12/05/2015. 
Hora: 9:10am. 

5º. Aplicación de la Investigación-Acción Participativa al Fenómeno de la Violencia Escolar. 
Dr. José Liendo. 
Fecha: 12/05/2015. 
Hora: 10:00am. 

6º. La Reacción en la Investigación. 
Dr. Antonio Fuguet. 
Fecha: 26/05/2015. 
Hora: 10:00am. 

Lugar de las Conferencias: Instituto Pedagógico de Caracas, Doctorado en Educación. Av. Páez. El Paraíso 
Edificio de la Biblioteca Central ·Felipe Guevara Rojas” piso 2. Ambiente 2. 
Teléfono: 0212-4519057. 


*Aquellos asistentes que concurran a 5 o 6 contenidos, pueden solicitar como actividad No Conducente a titulo (ANC).